Wednesday, December 27, 2006

Tuesday, December 19, 2006

Paris, diciembre 19, 2006

Hoy he cumplido una promesa que esperó todo el tiempo que me tomó conocer París.

Visité la tumba de Julio, el cronopio que descubrió El otro cielo bajo las galerías del barrio de Montparnasse. No tenía una flor amarilla, pero de todos modos, dejé algo parecido.

Aqui la foto.



Wednesday, December 13, 2006

El tenebroso mundo de los adultos según Onetti

Augusto Pinochet murió el domingo. Si el fantasma de Neruda aún deambula por allí, seguro que mirará con más tranquilidad el mar desde Isla Negra.

En mi país, el Sr. Presidente pretende recortar el gasto en educación. ¿Qué opinarán los que compraron el spot del peligro para México?

Hoy simplemente he perdido la fe en el género humano. En un cuento magistral, Onetti habla del fin de una ilusión que desencadena la más devastadora de las venganzas. Su relato, por implacable y despiadado resulta hermoso. No apto para los que sigan creyendo en la bondad del hombre... Aquí el link a "Bienvenido, Bob".

Se que nada tiene sentido en este post.
Pronto fotos y crónicas del esperado tour París-Amsterdam-Madrid-Barcelona-Londres.

Monday, December 04, 2006

Casablanca personal

En el final de Casablanca, Humprey Bogart despide a una llorosa Ingrid Bergman entre la bruma de un aeropuerto en el norte de África hacia la libertad de la Lisboa no ocupada por los nazis. La escena, una de las más conmovedoras-emocionantes-dramáticas según mi historia personal del cine, se ha repetido conmigo como protagonista, en sentido contrario y con todas las adaptaciones e interpretaciones íntimas que se puedan sospechar. Finalmente, ¿Qué importa? Alguna vez leí que todos somos los protagonistas de la película de nuestra vida y así lo interpreté. Fue este jueves, fue en el Heathrow airport, eran las dos veintisiete de la tarde; la tribu multicultural de Londres se agolpaba en la sala de llegadas cuatro y en vez de despedidas yo esperaba un avión que diez horas antes partió de México. En esta vida, quizá al igual que en el cine, existen escenas que automáticamente pasan a formar parte de nuestra memoria, hay momentos que escriben nuestras historias y las cambian para siempre. Creí firmemente cuando Milan Kundera afirmó que la memoria no guarda videos, guarda fotografías; ahora sé que la memoria también se hace de esas fotografías en movimiento que dan existencia al cine. La consciencia de estar a punto de vivir algo así me hermanó con los desconocidos que al lado mío esperaban también aviones desde Río de Janeiro, Beijing y Rabat; sin saberlo, ellos también eran parte de la historia y quizá alguno, en una de sus memorias me recuerde a su lado, en la interminable espera.

Las circunstancias aparentaron no tener relación con Casablanca, pero secretamente configuraron hechos para que el ambiente fuera el mismo; tan sólo cambiaron algunas fechas, nombres y mínimas acciones, lo emocionante de un encuentro quizá puede ser similar al de una despedida. Atrás quedaron los días de la ausencia, atrás los minutos de angustia y duda, atrás la tristeza de un adiós. A las dos veintisiete de esa tarde miré el reloj y apareció Daniela, después de haber cruzado un mar para encontrarnos y un laberinto que sólo pudimos descifrar doce años después de habernos conocido, en los remotos tiempos de la secundaria. La escena puede parecer demasiado conocida, pero fue única y de absoluta belleza. Tengo la certeza que antes de morir, recordaré el momento en que me encontró y la cámara del tiempo comenzó a filmar y a sentir los latidos desbocados del corazón y las palabras que sólo nosotros recordaremos y un abrazo con la fuerza de todos los abrazos postergados y un beso que durante tantos días fue sólo una promesa. Allí estábamos, protagonistas del primer plano de la película de nuestras vidas, rodando una toma que implicará un momento eterno.

Sunday, November 26, 2006

Aston vs. Boro


El fútbol inglés había sido hasta el sábado un territorio de especulaciones. En una de sus geniales crónicas futboleras Luis Villoro afirma que el Hooligan ‘va al estadio como a las Malvinas’ y mientras esperábamos a nuestro amigo brum (originario de Birmingham) en la New Street Station, mis tres compañeros americanos, Houston, su mujer, Stephen, y yo, nos preguntábamos qué naturaleza de espectáculo viviríamos en la siguiente hora. La puntualidad inglesa falló, pero a la hora acordada recibimos un mensaje avisando la magnitud del retraso, ‘perdí tren, media hora, compren boletos para Winton, saludos, Mark’. Treinta minutos después apareció Mark con tres amigos y luego de las presentaciones formales caminamos a los trenes. ‘It’s going to be crowded, Gustavo, be ready’ (va a estar atascado, hay que estar listos) me advirtieron. El andén 4 que lleva al Doug Ellis Stadium en efecto parecía lleno, después de ligeros apretujones todos conseguimos asiento, lejos estaba el heroísmo de los usuarios de metro que diariamente exponen su vida al trasbordar en horas pico. El juego sería Aston Villa, de Birmingham (“Villa” a secas para sus seguidores) contra Middlesbrough (apodado “Boro”). En el camino alguien preguntó qué opinaban del Boro: It’s rubbbiiiisshhhhhh!!! (es basura) bramaron los ingleses a coro, dejándonos sin ninguna duda sobre la intensidad de sus sentimiento.

Al llegar al estadio las dudas quedaron atrás. El ambiente era prácticamente familiar, aquellos con cabeza rapada, mirada lunática y perfil amenazante estaban sentados al lado de los niños devorando hot dogs dobles, bolsas de un kilogramos de papas fritas o hamburguesas de tamaños descomunales. Hasta donde fui informado, hace quince años el Doug Ellis Stadium vivió una tragedia, real, 50 muertos por una avalancha humana que se desbordó de ira en pleno juego. Desde entonces las medidas de seguridad han llegado al grado que se considera ilegal mirar el juego de pie. La entrada al estadio es ordenada, uno tiene que pasar por un apretado pasillo donde mi ex vecino Antonioni no cabría; una vez superado ese torniquete que es una abierta discriminación contra los gordos, hay una serie de pasillos que conducen a los asientos. En estos pasillos el público es sometido a una cantidad enorme de imágenes de violencia, todas publicidad del gobierno pidiendo prudencia y dando teléfonos para denunciar crímenes de odio. Resulta sencillo adivinar el por qué de la propaganda, el soccer en Inglaterra es eminentemente blanco, los pocos extranjeros, o son turistas, o forman parte del ejército de inmigrantes que atiende los restaurantes del estadio. La combinación de acohol y enojo fácilmente pueden llevar a la multitud al ultranacionalismo. La cerveza se permite, pero no con vista a la cancha, lo que disminuye el riesgo de enloquecer a mitad del partido.

Dada mi indiferencia a un juego que desde hace mucho considero una herramienta de manipulación de masas, no puedo decir mucho de la calidad del arbitraje o la estrategia de los directores técnicos. Lo que no sentí con las jugadas me maravilló con los cánticos. Ni un minuto, desde el primer silbatazo, se interrumpieron; ya fueran Villa o Boro, coreaban a sus héroes con la ferocidad con que debieron cantar sus tatarabuelos bárbaros mientras invadían Roma. Cuarenta mil niños, hooligans, viejitos, mujeres, señores, todos, por noventa minutos se olvidaron de sus problemas en Irak, de las cuentas del príncipe Carlos, de si Gordon Brown será primer ministro, del espía ruso envenando en Londres, incluso de sí mismos, y cantaron y se insultaron, y comieron hamburguesas y hotdogs, y salieron con sus familias sintiéndose representados en ese algo intangible que había empatado con los adversarios y que en ocho días les volvería a dar la oportunidad de escapar de sus mundos y ganarle a la vida una vez, aunque fuera a través de un equipo.







Sunday, November 19, 2006

Crónica fotográfica

Aquí va una pequeña crónica fotográfica de un viaje desde mi casa al cajero de la universidad. La puesta de sol se da a las 4.40 de la tarde aproximadamente, la última foto fue tomada a las 5 en punto.








Monday, November 13, 2006

Dia de muertos en Birmingham

I
La noche de Halloween me decepcioné al comprobar que ningún niño inglés sale a pedir dulces. O sea, Halloween, a pesar de haberse originado aquí cerca, en Irlanda, es ahora absolutamente norteamericano.

II
Hay promesas que deben cumplirse. Desconozco si los que no están, de donde sea que viajen, regresan por una noche. No sé si a fuerza de recuerdos, de evocación, de platillos que alimentan la nostalgia, de aroma a flores, se pueden superar, aunque sea una vez al año, las barreras de lo imposible.

Si esto sucede, aquellos a los que quise, a los qu
e siempre tendré devoción, encontraron esa noche, en esta isla donde la oscuridad llega muchas horas antes que en México, una escala: un vaso de agua, una flor y una luz indicando el camino de regreso...



La ONU en Sherwood

Hace una semana, la escuela llevó a los estudiantes de la casita de caramelo (yo incluido) a Sherwood, el bosque donde se inició la leyenda de Robin Hood. Ante la condición de gratuidad fueron pocos los que se negaron a viajar de gorra. El lugar al que llegamos se denomina "Centre Parcs" y es para el UK lo que para México es Tepetongo, pero a 2 grados: Cabañitas alrededor de un lago, canchas de soccer, tennis, bicicletas en renta, un bosque artificial, conejitos y un bar que de 6 a 8 de la noche tiene un concepto denominado "Disco for Kids" e implica que los niños imitan a sus papás bailoteando y comprando en la barra refrescos que a los 12 años sustituirán por cerveza y otras bebidas embriagantes... Confirmación absoluta de la influencia del medio sobre los individuos.
Aquí algunas fotos:




Un patito (¿o es gansito?) que intentó agredirme tras el click de la cámara, demostrando absoluta insensibilidad ante mi espíritu de fotógrafo de national geographic.



Sunday, November 12, 2006

Bonfire night fotos

Estas son algunas fotos de larga exposición tomadas en la Bonfire Night el jueves 2 de noviembre (con tripié y frío de cero grados). Si quieren saber qué significa Bonfire Night vayan al blog de Juan, allí encontrarán una explicación de qué se conmemora. Entre mis compañeros ingleses ninguno supo darme una fecha o siquiera una explicación de por qué precisamente esa noche se lanzan fuegos artificiales en este país...

Wednesday, November 08, 2006

Sólo podía ser el otoño...

Iba caminando a la casita de caramelo que tengo por escuela cuando me di cuenta de este cielo y del otoño que en ese momento atravesaba las copas de los árboles, apenas a unos metros de donde yo observaba...




Tuesday, October 31, 2006

Oaxaca...

El 26 de julio de 2006 así estaba el centro de Oaxaca. Daniela y yo tomamos estas fotos.

Como se puede observar, la APPO y el magisterio mantenían tomado el centro de la ciudad. Hace 48 horas la PFP entró a la zona y el panorama luce absolutamente diferente. Las fotografías son de Jorge Serratos, de El Universal.

Desde el UK no se puede sino sentir vergüenza por las torpes acciones del gobierno federal.

Hoy, mientras escribo desde la comodidad de esta biblioteca, es posible que se estén repitiendo las violaciones y las torturas que ya fueron comprobadas en Atenco.

Los muertos ya están allí, desde el viernes, incluído un corresponsal que sólo cumplía con su trabajo.

Mañana estas calles amanecerán barridas, limpias. El origen del problema, nuevamente se guardará bajo las alfombras del turismo que ahora podrá regresar a derramar divisas y "progreso" sobre el segundo estado más pobre del país.

http://www.amnistia.org.mx/
http://www.indymedia.org/
http://sabotaje.blogsome.com/

Monday, October 30, 2006

Un jardín inglés perfecto

Hermoso, helado y absolutamente triste...

Thursday, October 26, 2006

En respuesta a las críticas por la banalidad de mi blog: una crónica

I. Con los hooligans, en autobús.

Que varios viejitos bajaran en tropel desde el segundo piso del doubledecker tomando por asalto los asientos de la “planta baja” no me pareció extraño. Era noche, el autobús llevaba –como siempre– casi quince minutos de retraso y quería llegar lo antes posible a New Street, en el centro de la ciudad. Subí con tranquilidad de turista, guardando el ticket de 1.20 libras en la cartera y venía pensando en la lluvia cuando me encontré de pronto, en Sodoma y Gomorra. Latas de cerveza, basura, servilletas, envoltorios de pizza y una docena de teenagers ingleses ebrios me dejaron comprender el terror de los viejitos. Todos bebían, fumaban y charlaban con la naturalidad del hooligan en la anarquía; sin embargo, algo se trastornó en el ambiente con mi llegada, porque de pronto la fiesta se volvió silencio y por un instante todas las miradas se posaron sobre mí con claras sombras de amenaza o burla. Pensé en huir, en saltar por las escaleras y disimular la cobardía en el refugio de la senectud. Incluso podría abandonar el autobús y esperar veinte minutos a otro, más seguro. Afortunadamente evalué la vergüenza de la retirada y me senté en el primer asiento de la fila izquierda, recargado en el cristal, observando el parabrisas superior absolutamente empañado y mirando de reojo hacia atrás donde seguramente se estaba fraguando mi destrucción. ¿Cuántos minutos pasaron? ¿Diez? ¿Cuatro? Lo ignoro, el miedo tiene la compleja propiedad de detener el tiempo. Quizá pasó un minuto, porque la fiesta siguió y mi presencia dejó de ser pretexto para la hostilidad. Eran unos quince, la mayoría mujeres. El exceso de pintura y lo diminuto de su ropa delataba su edad, no tendrían más de 16 años pero ingerían cerveza y disputaban los cigarros con el afán autodestructivo de los demás hooligans. Me tranquilizó ver pasar la estación de bomberos, el Midlands Art Centre, el Country Cricket Club. Finalmente me imaginé un poco cómplice de su juventud, de su ánimo vandálico, de su adolescencia censurada y, por el trayecto de una cuadra, dejé de ser el pasajero más solitario en el segundo piso de aquel autobús.


II. La ciudad de la furia (tal cual).

Desafortunadamente los idilios duran poco en esta tierra. El autobús alcanzaba el cruce con Belgrave Middleway, a unos minutos de mi destino cuando comenzó la guerra. Ahora sé que eran dos grupos, que tres de ellos se habían unido al festejo de segundo piso y que la amistad terminó con el efímero placer de una cerveza. No entendí cual fue la ofensa, de pronto, dos adolescentes comenzaron a discutir en el pasillo, se empujaron y el del grupo menor lanzó un puñetazo certero que hizo volar al hooligan enemigo hasta los asientos del fondo. Las mujeres empezaron a gritar, vociferaban y lanzaban latas vacías a sus enemigos que se retiraban al frente, precisamente a la zona donde minutos antes me sentí uno de ellos. Los esfuerzos por tranquilizar la furia del agresor fueron inútiles, se necesita un regimiento para controlar la borrachera de un adolescente que a sus 16 años mide dos metros y pesa 90 kilos. Regresó al fondo y comenzó a golpear al que ahora era su víctima cuando una mujercita, que cualquiera clasificaría como anoréxica le propinó un empujón que, combinado con un súbito frenazo, le hizo trastabillar, deslizarse por el pasillo y caer de nalgas, con toda la torpeza de su estrenada adolescencia, a un lado de mi asiento. Semejante humillación sólo puede generar carcajadas y nadie pudo contener la risa, yo incluido. El autobús seguía detenido, imaginé que pronto llegaría la policía, que el chofer había bajado a pedir ayuda. Estaba equivocado. Las peleas en Birmingham son tan comunes que el gobierno se limita a poner letreros por doquier amenazando con detener a todo aquel que tenga “antisocial behaviour”, comportamiento antisocial. Me hallaba peligrosamente cerca de una escena de comportamiento antisocial y el autobús continuaba su marcha como si arriba se entonaran canciones de navidad. El gigante me miró iracundo, intentó levantarse pero ya sus compañeros lo sujetaban, obligándolo a descender la escalera. You’re a fucking dead men, a fucking dead men vociferaba a su antigua víctima, a las teenagers y a mí, mientras sus amigos lo ayudaban a no descalabrarse con el borde de la escalera. Desaparecieron justo cuando pasábamos junto a torre del Mailbox. A unos metros, la estación de New Street me esperaba. Mientras me enfilaba a la escalera miré al respuesto grupo, a la antigua víctima que ahogaba los golpes en alcohol y a las jóvenes hooligans que regresaban a sus charlas como si sólo hubiéramos presenciado un debate en el salón de té. En la “planta baja” del doubledecker recibí las miradas de reproche de los que no se atrevían a buscar un asiento arriba ante el escándalo. Para ellos era un hooligan más que salía del autobús para caminar en la ciudad de la furia.

Tuesday, October 24, 2006

Una excelente foto

Nada más que no la tomé yo y ni de chiste es Birmingham, hace semanas que aquí sólo se ven nubes, lluviosas nubes...

La tomó Daniela, en la fiesta de San Miguel... a poco no es buena?

La persistencia del estereotipo

Lo sé. Después de esta foto, tomada el viernes en la primera reunión de la sociedad mexicana en Birmmingham, de nada servirá mi lucha contra el estereotipo del mexicano.

Finalmente el mito de que el metro chilango las diferencias se arreglan literalmente a sombrerazos seguirá siendo una creencia absoluta para la banda internacional que siempre me pregunta por qué no traje mi sombrero...


Sunday, October 15, 2006

Home sickness

Juro que he luchado contra la nostalgia, contra los recuerdos, que me he adaptado al frío, al espantoso acento de los hindús y los africanos; no me asusté con las dos peleas de adolescentes-hooligans-ebrios que he vivido dentro del autobús; ya hasta voy a dejar de criticar el consumismo y la falta de interés por el mundo que se percibe en esta gente que tiene acceso total a la información, salud, cultura, educación y buenos salarios como sólo soñamos en México; camino sin renegar los 40 minutos que separan mi hogar de la casita de caramelo donde estudio; no reniego por ser el único que se baña todos los días en la escuela; he dejado de quejarme porque aquí sea desconocido el concepto de llave mezcladora para el agua, lo que provoca que lavar los trastes sea un ir y venir entre lo helado y lo hirviente; no me importa que la ropa tarde 4 días en secarse después de lavarla...

Pero hoy, hoy por la mañana, no pude más y hubiera matado, o lo que fuera necesario, por desayunar un exquisito, añorado, increíble plato de chilaquiles con pollo...

Tuesday, October 10, 2006

Monday, October 09, 2006

Muchas fotos

Para los que dicen que una imagen dice más que las palabras, he abierto una cuenta en un sitio que concentra la mayor cantidad de fotos de borracheras del mundo, pero que usaré para poner las postales de la vida inglesa que he tomado. A ver qué les parece, si dan click aqui podrán ver toda todas las fotos. Les dejo una muestra...

Birmingham tiene más canales que Venecia, sólo que en esta ciudad fueron usados para transportar materias primas a las primeras fábricas que existieron en el mundo. Así es, la revolución industrial nació aquí. Con la moda del desarrollo sustentable, los canales fueron transformados en atractivo turístico y no volverán a usarse para propósitos esclavizantes.


Este edificio es la sede del gobierno local, Birmingham tiene una población de aproximadamente 1 millón de habitantes (Puebla tiene 1.4 millones), por lo tanto es la segunda ciudad más habitada del Reino Unido. 30% de la población proviene del sur de Asia (Pakistán, Bangladesh, Afganistán) o del Caribe (Jamaica principalmente).

La ciudad nació como un mercado de bovinos en el año 1166. La tradición se mantiene y en el centro existe un mercado abierto llamado Bullring, asi que los vegetales van y vienen a un lado del mayor mall de la ciudad. Éste es mi amigo Cameron, que amablemente me obsequió algunos pimientos y chiles verdes a cambio de una foto impresa.


Thursday, October 05, 2006

Ahhh, el primer día de clases

El día esperado llegó y con el él los compañeritos de clase. Sin embargo, esta vez me he ido de espaldas porque al entrar a la casita de caramelo en medio del bosque me he encontrado con gente de países que sólo había visto en un mapa y son de esos que siempre se olvidan... Listaré algunas de las nacionalidades de mis compañeritos de clase para que vean que no exagero:

De África: Mozambique, Ghana, Zambia, Zimabawe, Nigeria, Sudáfrica, Egipto.

De Asia: India, Bangladesh, Tailandia, Japón, Kazajastán, Tarjikistán, China, Pakistán.

De Australia: Australia...

De Europa: Alemania, Holanda, España, y obvio Reino Unido.

De América: Canadá, Estados Unidos, Brasil y México.

Como somos 65 aproximadamente y seguramente estoy olvidando países, se imaginarán que es como la ONU pero en una casa de caramelo. Pero todavía resulta más impresionante porque el promedio de edad oscila entre los 35 y los 45 años. Es decir, la gente que es mi compañerita tiene toda la experiencia del mundo, vienen de combatir el Sida en Sudáfrica, de tratar de alimentar al menos una vez al día a 130 millones de individuos en Bangladesh, o brindar servicios de salud a los aborígenes en el desierto australiano. Pronto subiré fotos de estos compañeros y sus historias y un poco de su experiencia.

Por otro lado están los europeos, como Juan Casnueva cita en su blog, lo tienen todo, absolutamente todo, en general conocieron a los pobres en sus vacaciones por Tailandia, o en las playas de Kenia, o en un viaje místico a la India. Así de dura la realidad...

Y bueno, los maestros son bastante críticos, cero Tatcherianos, aceptan que el Reino Unido es una sociedad poco educada, superficial, lectora insaciable de tabloides como The Sun que es el equivalente al TVyNovelas mexicano y que para vergüenza del reino es la publicación con mayor circulación en esta isla donde la gente, al igual que en el reino de Televisa y Tvazteca, prefiere los cuentos de cenicienta a la realidad mundial.

Pronto fotos de Birmingham y de la ONU dentro de la casita de caramelo.

Friday, September 29, 2006

Mi escuela


Me acabo de enterar que tomaré clases en una casita hecha de galletas y caramelos en medio de un bosque, como la de Hansel y Gretel, pero sin bruja. Bueno con maestros, exámenes y demás...

Thursday, September 28, 2006

Esto es Birmingham

Esto es Birmingham.

Después de una semana de incertidumbres, comida rápida, trenes y un acento que me hizo sentir que estaba en Polonia y no en Inglaterra, por fin tengo un hogar, una almohada, una taza y un tenedor, ahhh, y un juego de sábanas que compré por la fabulosa cantidad de una libra (es decir, unos veintún pesos mexicas).

Inglaterra ha resultado ser un lugar de clima agradable pero nublado hasta ahora, poca lluvia, mucha cerveza, muchos compañeros gringos bebiendo como si estuvieran en el Carlos & Charlie's de Ixtapa, y miles, de verdad miles y miles de migrantes de India, Pakistán, Nepal y una serie de países cuya ubicación desconozco. Lo que más me ha impresionado es que hay barrios que a cualquiera harían sentir en Calcuta, o Delhi, claro, con clima frío.

Tienen muchas maravillas en sus museos, pero recomendaré la primera que está a la mano y es el periódico The Independent, www.independent.co.uk vayan, de verdad sus reporteros se esfuerzan por escribir como maestros hasta en los artículos de nota roja, me tiene impresionado.

Aquí algunas fotos de lo que he visto ultimamente.

La central de trenes en Coventry, una ciudad vecina

Estos es uno de los canales que cruza Birmingham, aquí corre la gente y saca a sus perros y así

Adivinen qué es este edificio tan bonito llamado el Bull Ring:
un museo?
una biblioteca?
un centro de investigación?
Pues no!! Es un mall y hay tiendas carísimas en su interior... mentalidad inglesa. Ahora entiendo el consumismo yanqui. Hijo de tigre...


Y frente al mall, una catedral cuyo nombre desnoconzco no por falta de interés turístico sino porque estaba cerrada cuando pasé.

Pronto más fotos, y unos posts más serios sobre la vida por acá.