Monday, April 30, 2007

Pánico al verano

El calentamiento global plantea serias ventajas para los que no estamos acostumbrados a la crudeza de los inviernos europeos. A pesar de algunos días bajo cero, especialmente después de la nevada, lo más difícil del invierno es la cruel duración del día. Si uno decide dormir bien y despertar a las 12, por ejemplo, sólo tiene tres horas de sol. Lo que implica que a las 4 de la tarde se volverá a sentir una somnolencia como si fueran las 4 de la madrugada. He ahí el origen de la depresión navideña.

Afortunadamente el invierno ha terminado. Ahora el sol se mete a las 9 de la noche y nuestros tropicales relojes internos nuevamente se desequilibran. Pero si hablamos de desequilibrios, los europeos tienen mucho más que temerle al calor. La primavera más cálida en los últimos cien años ha puesto en alerta a los gobiernos y a los ecologistas. Las autoridades se preocupan porque el calor dispara los índices de criminalidad, crea peligros de salud pública que eran inéditos en Europa y pone en riesgo particular a los niños y a los viejitos que fácilmente se rinden a la desconocida deshidratación. Los ecologistas aprovechan para recaudar dinero en nombre de los osos polares y volver a culpar Bush y sus negativas a firmar el protocolo de Kyoto.

Basta leer la portada de este tabloide publicada el sábado pasado: el encabezado Hotter than Mexico (Más caliente que México) habla de que la costa sur británica alcanzará temperaturas récord de 27 grados, y compara este calor insólito con la población tropical de… Jalapa???


Es obvio que el cambio climático ha comenzado a hacer estragos en las redacciones de tabloides, porque esos 27 grados son comunes en la ciudad de Mexico y Jalapa no es la representante oficial del trópico mexicano…


Para los que no representa una amenaza de muerte, el calor es un pretexto para tirarse en cualquier extensión de pasto y dormir, hacer picnic, asolearse, jugar fútbol, sacar al perro o hasta permitirse un poco de simple y sencilla felicidad. Los británicos –debo reconocerlo– disfrutan sus jardines y parques de una manera que es desconocida y hasta discriminada en México. Si en chilangolandia alguien sugiere a los de la oficina salir a sentarse en el parque de la esquina, o peor aun, comerse una torta y en refresco en dicho lugar, inmediatamente recibirá la acusación de ser naco, chundo, o cualquier adjetivo de segregación que venga a la mente de los ofendidos. En Inglaterra es radicalmente diferente. En los parques, en los jardines de iglesias, universidades y bibliotecas la gente sale a sentarse sin temor a los catálogos clasistas; oficinistas, estudiantes, vagos, happy punks, ravers, quien sea, tienen el sagrado derecho a disfrutar un íntimo y personal territorio de césped inglés.

Tuesday, April 24, 2007

Tres contra London II

Desperté el sábado, eran casi las doce del día. En nuestro rush de turismo habíamos hablado de dormir dos o tres horas y salir nuevamente a recorrer la ciudad. Fue imposible, Londres se impuso por su tamaño, por sus pubs, por su vida nocturna. En el desayuno buscamos algo que reanimara. La National Portrait Gallery (Galería Nacional del Retrato) era la solución, su exposición temporal Fashion ofrecía una llamativa foto de Kate Moss, la supermodelo brit. Es cierto que la belleza puede ser remedio contra el cansancio y una expo de supermodelos en traje de Eva, aún más. El plan consistía en salir de allí, atravesar Trafalgar Square y caminar hasta Green Park para hacer picnic de baguette y vino tinto junto con miles de brits bajo la sombra de un árbol. La perspectiva de caminar kilómetros nuevamente y el hambre nos hicieron desistir: elegimos un pedacito de pasto en Trafalgar para sentamos a comer y beber. De allí seguimos hacia Notting Hill, uno de los barrios exclusivos de Londres. Pero el día anterior había hecho estragos, mientras Iván y yo estábamos en la segunda pinta, Betty cayó dormida en el sillón de un pub... Cuando despertó emprendimos la retirada.

La fuente de Cupido en Picadilly Circus

Oxford Street y una vista de los doubledeckers


Después de un respiro y buen sueño, el domingo ofrecía grandes perspectivas. Guiarnos por la Time Out no parecía la mejor idea, los planes a veces se vuelven tan ambiciosos que nos hacía reír la ingenua convicción de tener tiempo para visitar el London Zoo, ir al teatro, recorrer las tiendas de Oxford Street, visitar el Natural History Museum y buscar la casa de George Orwell en algo así como 6 horas... Siendo más realistas nos dirigimos al London Bridge (Puente de Londres), vimos la famosa Torre, donde pasó sus días un pobre hombre con una máscara como de luchador pero hecha de hierro y seguimos en metro hasta el Tate Modern, sin duda uno de los mejores y mejor organizados museos que he visitado. Si a eso sumamos la genial iniciativa de hacer gratuitas todas las exposiciones permanentes de los museos ingleses, la visita fue un éxito. El museo se concentra en arte del siglo XX y ofrece un buen panorama desde el cubismo y el surrealismo hasta los muralistas mexicanos y los creativos que ahora entienden el arte como instalación.

El Puente de Londres y claro, el río Támesis
Bonito retrato dominical de una familia musulmana. ¿Qué sentirá la mujer al ver a todas las brits usando el mínimo vestuario?

Picadilly Circus Station

El Tate ofrece estos toboganes como una muestra de arte interactivo... ¿Qué pensarían los curadores del Tate si visitaran los prodigios de nuestros balnearios?

La tienda del Tate fue irresistible, su oferta cultural es impresionante, Iván se llevó un libro con fotos de Banksy y yo uno del fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado. Eran aproximadamente las cuatro de la tarde y debíamos movernos a Camden Town y cumplir con los compromisos sociales de Iván. Camden es como el paraíso de cualquier asiduo visitante del tianguis del Chopo. A lo largo de sus calles se encuentra la mayor oferta de productos para los aferrados de la identidad, las posiciones ante la vida y la pretendida rebeldía. Punks, metaleros, hippies, ravers y demás encuentran en las tiendas, pubs, restaurantes y tianguis, el mejor lugar para surtirse desde botas nazis hasta corsés y maquillaje de pandita para la banda que ama la depresión. Es definitivamente uno de los lugares más interesantes de Londres, lleno de buena vibra, música, gente defensora de todas las ideologías y especímenes extraordinarios.


Camden Town

Otra vista del Camden

Fervor religioso en domingo de resurrección

Más del Candem

Artículos para punks, nótese la amplitud de la oferta de botas

Wednesday, April 18, 2007

Tres contra London

En uno de los mejores libros de crónicas de viaje que he leído –El Danubio–, Claudio Magris afirma que viajar es un arte, el turismo un pecado. Sin embargo hay ocasiones en que sólo practicando turismo salvaje se puede disfrutar una ciudad y sobrevivir al cansancio de hacer todo lo que el tiempo, el dinero y las energías alcancen. Hace poco más de una semana Betty viajo desde Suiza y yo desde Birmingham para encontrarnos nuevamente en la Greenwich Peninsula, casa del amigo Iván. Yo llegué dos días antes del encuentro, un miércoles, con la firme intención de terminar mis ensayos de Urban Poverty y hacer de ama de casa y cocinar e ir al súper y tomar una copa de vino en lo que esperaba a que mi amigo regresara del trabajo…



Ya en viernes santo, mientras buscaba a Betty en Victoria Station, reflexionaba en que sólo nos encontramos dos o tres veces en los dos años que ella trabajó a cinco cuadras de mi casa, y que seguramente en Europa nos veríamos mas seguido… Después del encuentro, de dejar las maletas y desayunar wafles de papa con mermelada (nada recomendable) nos esperaba Londres. El primer alto fue el observatorio de Greenwich. A pesar de que la casa de Iván se encuentra en la Greenwich Peninsula jamás se me ocurrió pensar que el meridiano que determina la hora mundial atraviesa la ciudad a unos minutos de su cocina.



Con un día radiante y de cielo azul puro atravesamos el parque que en su cima alberga el punto de referencia para sincronizar las agujas de todos los relojes de la tierra. El día de turismo salvaje apenas comenzaba. Esperamos un double-decker para el centro de Londres. Nos dejó al lado del Támesis, pasamos junto al Big Ben, el edificio del parlamento y la abadía de Westminster; al otro lado del río encontramos el London Eye, una rueda de la fortuna que impone a los turistas el yugo de mirar desde una altura colosal el espectáculo de Londres. Siguiendo el Támesis en paralelo se llega al Tate British, uno de los museos más importantes del mundo, sin embargo, una rápida evaluación del clima nos hizo desistir, los museos podían esperar a un día lluvioso. Seguimos al Buckingham Palace, donde en una retorcida imitación a los soldados de la guardia real, un grupo de fake-punks posan junto al monumento a la reina Victoria cobrando a los desprevenidos por cada fotografía que les hacen. De allí atravesamos Picadilly Circus, donde se encuentran la mayoría de los teatros, estilo Broadway. Allí hicimos la primera parada, pinta de Stella, chips, nachos, hamburguesa y lo que fuera necesario para detener el hambre. El recorrido siguió por las calles del Soho, más pubs, red bulls contra el cansancio, otros pubs, Oxford Street con todas sus vitrinas y tiendas de diamantes, más pubs hasta que entrada la noche encontramos un lugar con un subterráneo al puro estilo del Relicario sateluco… Muchas horas, litros de cerveza y shots de vodka después, Iván nos guiaba, muertos de cansancio y de borrachera por un laberinto de doubledeckers, sólo recuerdo despertar en la comodidad de mi asiento para bajar del autobús y caminar hasta un espacio donde poder dormir…








Monday, April 02, 2007

Post antiguo: Chester y Liverpool

Hace casi dos meses estuvimos un fin de semana en Chester y Liverpool, teniendo como base la casa de Juan en Machester. Aqui algunas fotos...

Chester es un pueblito bastante comercial, diminuto y con un aire mucho mas europeo que otras ciudades inglesas que he conocido. El dia estaba radiante y azul, asi que la tribu de gaviotas y cisnes fueron el blanco de las fotos...



Liverpool tiene un aire distinto, acerrima enemiga de Manchester, esta ciudad quedo casi en ruinas durante los bombardeos alemanes en la segunda guerra mundial. Actualmente una gran cantidad de edificios estan en remodelacion, Liverpool sera capital de la cultura europea y con los fondos otorgados por la UE emprenderan la construccion de museos, el rescate de monumentos y todas las actividades que hagan ricos a arquitectos y restauradores. Aca las fotos...





Y claro, ya estando en Liverpool no podiamos desaprovechar la oportunidad de conocer The Cavern (el primer pub donde tocaron los Beatles) y tomar un tour bajo la lluvia por los lugares, las casas, las escuelas, los pubs y las calles por donde rolaron cuando eran teenagers sin fama.

Esto, aunque no parezca, es la entrada a Strawberry Field, que dio nombre a la famosa rola Strawberry Fields Forever.

Abajo, Penny Lane, la calle que inspiro una cancion y a miles de personas cada año a robarse este mismo letrero como un recuerdo invaluable...