Oxford Street y una vista de los doubledeckers
Después de un respiro y buen sueño, el domingo ofrecía grandes perspectivas. Guiarnos por la Time Out no parecía la mejor idea, los planes a veces se vuelven tan ambiciosos que nos hacía reír la ingenua convicción de tener tiempo para visitar el London Zoo, ir al teatro, recorrer las tiendas de Oxford Street, visitar el Natural History Museum y buscar la casa de George Orwell en algo así como 6 horas... Siendo más realistas nos dirigimos al London Bridge (Puente de Londres), vimos la famosa Torre, donde pasó sus días un pobre hombre con una máscara como de luchador pero hecha de hierro y seguimos en metro hasta el Tate Modern, sin duda uno de los mejores y mejor organizados museos que he visitado. Si a eso sumamos la genial iniciativa de hacer gratuitas todas las exposiciones permanentes de los museos ingleses, la visita fue un éxito. El museo se concentra en arte del siglo XX y ofrece un buen panorama desde el cubismo y el surrealismo hasta los muralistas mexicanos y los creativos que ahora entienden el arte como instalación.
Bonito retrato dominical de una familia musulmana. ¿Qué sentirá la mujer al ver a todas las brits usando el mínimo vestuario?
El Tate ofrece estos toboganes como una muestra de arte interactivo... ¿Qué pensarían los curadores del Tate si visitaran los prodigios de nuestros balnearios?
La tienda del Tate fue irresistible, su oferta cultural es impresionante, Iván se llevó un libro con fotos de Banksy y yo uno del fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado. Eran aproximadamente las cuatro de la tarde y debíamos movernos a Camden Town y cumplir con los compromisos sociales de Iván. Camden es como el paraíso de cualquier asiduo visitante del tianguis del Chopo. A lo largo de sus calles se encuentra la mayor oferta de productos para los aferrados de la identidad, las posiciones ante la vida y la pretendida rebeldía. Punks, metaleros, hippies, ravers y demás encuentran en las tiendas, pubs, restaurantes y tianguis, el mejor lugar para surtirse desde botas nazis hasta corsés y maquillaje de pandita para la banda que ama la depresión. Es definitivamente uno de los lugares más interesantes de Londres, lleno de buena vibra, música, gente defensora de todas las ideologías y especímenes extraordinarios.
La tienda del Tate fue irresistible, su oferta cultural es impresionante, Iván se llevó un libro con fotos de Banksy y yo uno del fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado. Eran aproximadamente las cuatro de la tarde y debíamos movernos a Camden Town y cumplir con los compromisos sociales de Iván. Camden es como el paraíso de cualquier asiduo visitante del tianguis del Chopo. A lo largo de sus calles se encuentra la mayor oferta de productos para los aferrados de la identidad, las posiciones ante la vida y la pretendida rebeldía. Punks, metaleros, hippies, ravers y demás encuentran en las tiendas, pubs, restaurantes y tianguis, el mejor lugar para surtirse desde botas nazis hasta corsés y maquillaje de pandita para la banda que ama la depresión. Es definitivamente uno de los lugares más interesantes de Londres, lleno de buena vibra, música, gente defensora de todas las ideologías y especímenes extraordinarios.
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