Sunday, January 11, 2009

No es tiempo para despedirse

Hoy que es luna llena, o casi luna llena y que estoy lejos, muy lejos, como ya se me va haciendo costumbre, no puedo dejar de pensar en él, uno de mis mejores amigos, y de que mientras miro la neblina de Londres él lucha por salvarse. Desde hace trece años es, y ha sido, esa presencia que con sencillez podría definir como a un hermano, aunque su mundo, sus percepciones, su consciencia sean tan diametralmente distintas de la mía. Ahora prefiero recordarlo cuando era yo el de los problemas y él se limitaba como siempre, a mirar con cara de tremenda preocupación, suspirar con toda su resignación canina y a echarse esperar que las penas se diluyeran en su única solución: el tiempo. Ahora de ese misma esencia, del tiempo, depende su existencia y yo, desde mi isla, no puedo sino respirar hondamente y esperar que este tiempo sea de esos que terminan con las angustias y que al final de la espera él siga como siempre ha sido, feliz, mimado, con un rabito como radar, lleno de emoción para dar la bienvenida y amigo, amigo por siempre. Confío en que el tiempo de despedirse aún no llega y desde esta noche me limitaré a seguir su ejemplo, suspirar hondamente, apagar el cigarro y seguir con esta cara de preocupación hasta que el tiempo haga su trabajo.

4 comments:

Unknown said...

El reciba en energía, el intenso deseo de que se salve. Un abrazo

Anonymous said...

Hermanito:
No hay que perder la fe y la confianza. Su mirada siempre te ha buscado y confio en que aún no es tiempo de despedidas.
Te quiero y te extraño

Anonymous said...

Gustavo! Espero que el tiempo del anio 2009 sea muy bueno para ti, que bueno es leerte y saber que tambien tienes a un ser que te espera con muchas ganas del otro lado del Atlantico... abrazo de tu fiel lectora

Yo said...

Gracias a todos por la buena vibra, parece que todos los buenos deseos hicieron efecto y hubo viento a favor así que el susodicho será dado de alta hoy después de dos semanas enjaulado en el hospital...

Abrazos.
GUB