inmediatamente en el laberíntico mercado de amuletos, donde se pueden encontrar colguijes para solucionar desde el mal de amores hasta mejorar el sazón… Cualquier parecido con nuestras supersticiones es mera coincidencia. Después de asfixiarme un poco entre el humo de aceite de los puestecitos callejeros, de caminar por entre el trafico imposible, sentir el smog de Bangkok que es mucho peor que el chilango, y de comer unos rollos de primavera increíbles con arroz y camarones; después de todo eso, encontré la puerta del palacio real. Valdría la pena? La entrada no era tan barata, 250 bath, unos 80 pesos. Finalmente había que conocerlo. Lo que uno encuentra allí adentro no tiene descripción, las imágenes hablan por si solas, es masivo, es autentico, un arquitectura exquisita, de un dorado que deslumbra. Todos los edificios pertenecen al complejo del palacio, fueron construidos sucesivamente por los diferentes reyes, son templos y algunos fueron habitados hace muchos, muchos años…



1 comment:
Ya sé que quiero que me traigas de recuerdo: un elefante!!!
Cuidate mucho, siempre estoy pensando en ti...
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